
El abastecimiento del sector alimentario se ha visto claramente afectado por la ausencia de productos básicos como la harina de maíz, la azúcar, el aceite o la leche. Muestra de ello fueron las largas colas que se crearon en cada ciudad y estados del país, por la búsqueda de comida para llevar a la mesa en los hogares venezolanos. Algunos rubros han aparecido, pero los precios que traen hace desear que volvieran a desaparecer.
Con el motor productivo paralizado y dependiendo de muy pocas empresas para abastecer el mercado de alimentos, el Gobierno Nacional, así como las empresas privadas han tenido que acudir a las importaciones para tener algo que mostrar y vender. Sin embargo, los “precios sustos” de algunos sustentos representan un gran porcentaje del salario mínimo criollo, directamente afectado por la galopante inflación que también azota al país desde hace años.
En una imagen difundida por las redes sociales, se puede observar el nuevo precio de la leche, que se ubica en 62 mil 501 bolívares, esta sería la descremada en polvo marca “Campestre” de 900 gramos, lo que constituye un aumento sumamente excesivo si se toma en cuenta que hace apenas una semana esta misma leche era vendida en Bs. 52 mil.
Leche en Polvo 900Grs Cam… #altopreciosvenezuela #preciosjustos #PreciosQueSorprenden https://t.co/5s4BRJ657c pic.twitter.com/C3L8BHQUhS
— AltoPreciosVenezuela (@AltoPreciosVzla) September 10, 2017
Si bien es reconfortante ver que los anaqueles empiezan a llenarse de productos pero la desolación se apodera al ver los precios que se deben pagar por ellos. También es cierto que en la alimentación no se debe escatimar, pero también es una realidad que no todas las familias tienen las posibilidades de costear productos a esos costos.